El sábado 10 y domingo 11 de junio de 2017 se llevó adelante en la localidad de Olmos, en el cinturón hortícola de La Plata, la primera Mesa Nacional de la rama rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos.
Durante el fin de semana más de 50 delegados y delegadas de todo el país nos reunimos para debatir sobre la coyuntura nacional, las problemáticas del sector de la agricultura familiar, campesina e indígena y las salidas para enfrentar la grave crisis que atraviesan las economías regionales.
Estuvieron presentes delegaciones de Jujuy, Misiones, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, Rivadavia (oeste de la provincia de Buenos Aires), La Plata, Mar del Plata, Villalonga (sur de la provincia de Buenos Aires), La Pampa, Río Negro y Neuquén. La jornada arrancó con una presentación de las distintas regionales, los trabajos que se vienen llevando adelante y los principales conflictos de cada localidad. Se destacaron como una continuidad en todo el territorio tanto el avance del hambre y la pobreza en las zonas rurales, como el impacto de las inclemencias climáticas que mantienen a la mayoría de las provincias en estado de emergencia. Esto dio pie para realizar un análisis de coyuntura sobre la situación de la economía nacional, la orientación del gobierno y el modelo productivo hegemónico.
A lo largo y ancho del país la situación es crítica para las familias trabajadoras del campo: ya sea por la inflación galopante o porque el valor de la producción es apropiado por intermediarios en la cadena de comercialización, este modelo nos obliga a vivir en condiciones de subsistencia. A través de la devaluación y la quita de retenciones a las exportaciones se están transfiriendo riquezas desde el pueblo trabajador hacia los sectores económicos más concentrados, mientras se fortalece un modelo de monocultivo que nos expulsa del campo, nos enferma y destruye los recursos naturales socavando la soberanía alimentaria de nuestro pueblo.
No obstante, frente al avance del neoliberalismo, también se evaluó que se ha podido consolidar una resistencia, a través de la unidad de la clase trabajadora, que viene en crecimiento y que ha conquistado por ejemplo, la ley de emergencia social y el salario social complementario.
La segunda parte de la jornada se destinó a debatir cuáles son las particularidades de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular, y la importancia de construir un sindicato propio, la CTEP, para defender nuestros derechos laborales y obtener el reconocimiento del Estado como trabajadores y trabajadoras. Somos quienes con nuestro esfuerzo producimos los alimentos que se consumen en la ciudad. Realizamos un gran aporte a la sociedad, seamos argentinos o extranjeros, y a través de la lucha y la organización nos hacemos visibles para exigir que se cumplan nuestros derechos.
Un punto primordial para garantizar una vida digna para nuestras familias es el acceso a la tierra. Seamos campesinos en Córdoba, horticultoras en Jujuy, tabacaleros de Misiones, comunidades guaraníes en corrientes o mapuche en la Patagonia o cebolleros en Buenos Aires, la consigna se repite: LA TIERRA PARA QUIEN LA TRABAJA. Acorralados/as por el avance de la soja, por las empresas que nos engañan con los títulos de propiedad, o por los emprendimientos inmobiliarios, los campesinos y campesinas de todo el país vivimos avasalladas por el problema del acceso a la tierra. Por esa razón, nos propusimos construir durante este año un gran Foro Nacional por el Acceso a la Tierra, donde junto a otras organizaciones podamos encontrarnos para impulsar proyectos de ley e instalar el tema en la agenda nacional.
En segundo lugar, se debatió largamente sobre los problemas en torno a la venta de nuestros productos, pudiendo avanzar en estrategias para acortar las cadenas de comercialización y en la creación de redes para vender de manera directa. Una de las victorias obtenidas este año, por ejemplo, ha sido la apertura de un puesto en el Mercado Central de Buenos Aires, donde llegarán los productos de las distintas provincias para ser comercializados sin intermediarios.
Otra de las definiciones importantes del encuentro fue avanzar en la formación política integral de todos los compañeros y compañeras del Movimiento, a través de la participación en escuelas de formación y en encuentros nacionales, como el Encuentro Nacional de Mujeres o el Campamento Nacional de Jóvenes, que se realizarán en Chaco y Santiago del Estero respectivamente. También se prevé la participación en el Plenario Nacional de la rama rural de la CTEP, en Santiago del Estero, y de la Escuela Nacional de Organización Comunitaria y Economía Popular (ENOCEP) en San Martín de Los Andes.
La intensa jornada de discusión, culminó con la conformación de áreas nacionales de trabajo para avanzar en los objetivos planteados. Al grito de EL MTE, LUCHA Y CRECE!!, entre abrazos, intercambios de teléfonos y correos, y fotografías de despedida, cada delegación partió de regreso a sus territorios, gorras y banderas en mano, para seguir la construcción cotidiana en cada rincón de este país.