En el 2015 se presentó un proyecto para llevar adelante el estacionamiento medido, dejando de lado a los trabajadores cuidacoches que hace más de 20 años trabajan en la zona histórica de la Basílica. El sistema, auspiciado por la Universidad Tecnológica Nacional, nunca se terminó de implementar y desde el 12 de abril que no funciona. Hasta el momento, el 60% de lo recaudado le corresponde a la UTN, unos $600.000 mensuales que van a un sistema que ya ha fracasado en otras ciudades del país como Salta o Mar del Plata.
En lugar de fomentar un sistema caro e ineficiente, la Secretaria de Control Urbano y la Legislatura deberían promover la formalización del trabajo de los cuidacoches, que ya tienen experiencia, son conocidos por todos los vecinos y merecen un trabajo digno con el cual darle de comer a sus familias.
En la sesión del Consejo Deliberante del pasado 17 de abril el oficialismo buscó una prórroga para el contrato por el Estacionamiento Medido y se encontró con resistencias de distinto tipo. El presidente de la asociación que nuclea a los trabajadores, Miguel Sanchez, pidió la palabra para preguntar por su destino y el de sus compañeros y dejó en claro: “no nos queremos quedar sin trabajo, somos gente de Luján y queremos que nos tengan en cuenta”.